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Aquí os traigo a todos vosotros unas fotografías muy importantes para mí.

Gracias a un trabajo de investigación que me llevó varios meses, encontré un tesoro en los alrededores de Aitana-Serella.
Y digo que son muy importantes porque me llevó localizarlo ni más ni menos que tres intentos.
Se trata del Olivo Bimilenario de Gorga, situado en un olivar en plena Vall de Travadell.
Sí, habéis leido bien: 2000 años de antigüedad.
Para encontrarlo pregunté en el pueblo pero, aún siguiendo las indicaciones, no llegué al olivo y desistí.
En un segundo intento llegué al olivar donde se encuentraba, pero tampoco lo localicé.
Fue en un tercer intento y con la valiosa información que me proporcionó una granjera de la zona cuando lo encontré (en mi segundo intentó ella misma se negó a ayudarme) .
Allí estaba, el bimilenario Olivo de Gorga,.
No sabemos si Jesús nació en Belén, o si su padre fue carpintero o la esencia de un ser superior..., pero aquel árbol ya estaba allí y fue testigo mudo de la historia, de civilizaciones, de batallas, de cambios que revolucionaron el mundo...
Quizá este árbol mágico no impresione tanto por su porte como el de Villajoyosa, ya que el ser humano ha modificado mucho el terreno a lo largo de los dos milenios. Pero comprobé que la leyenda del árbol era cierta, aunque hoy en día esté abancalado.
Siglos atrás, los campesinos decidieron aprovechar la oquedad de su tronco para hacer una casa dentro del árbol. Poco a poco ampliaron algunas estancias más y allí vivió una familia durante años.
Hoy sólo queda la estancia del tronco con su puerta y sus ventanas.
Ahora es refugio de pastores durante las tormentas.
Allí hay un banco para poder sentarse. Estar dentro del corazón del árbol es algo especial, os lo aseguro.
Sentir su techo de raíces, sus brotes nuevos y su frescor mientras contemplas por la ventana el verdor del valle... es una experiencia única que merece la pena visitar

1 Comment:

  1. salvatuvida said...
    Estuve en él el fin de semana pasado, increíble, me llevó una persona de allí.
    Me quedé sorprendido, dentro entramos 12 personas sentadas comodamente en su perímetro interno, quedando el centro libre. Todo un descubrimiento

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