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Xaló (Jalón en valenciano) da nombre a un valle que comprende también el municipio de Llíber. El territorio acogió a diversas culturas prehistóricas que dejaron su huella en puntos como la Cova de les Meravelles y las cumbres de la Solana. Destacan les Pintures Rupestres levantinas del "barranc del Mançano". Tampoco faltan vestigios de la época romana.
El valle de Xaló está situado en el curso medio del Río (barranco) Gorgos, que en este tramo recibe el nombre de río Xaló. Comprende el área situada entre la confluencia de los barrancos de Castell de Castells y Malafí, en el Pla de Petracos, y el estrechamiento del valle después del Pla de Llíber; a partir de aquí se llamará Gorgos. Este tramo es el único que lleva agua prácticamente todo el año, alimentándose por la derecha con los afluentes-barrancos de Galistero, Almandic, Fondo del Baró-Masserof y Cadiretes, además de otros de menor relevancia, como los de la izquierda.
La importancia de esta zona radica en su situación geográfica estratégica, respecto a las vías de comunicación naturales, tanto desde las comarcas interiores del curso alto del río Seréis, el Alcoià y el Comptat al oeste, hacia el litoral al este. Como a los valles paralelos del río Girona al norte y el barranco del Garx -Algar-Guadalest, al sur. La situación geográfica estratégica, la disponibilidad de recursos hídricos relativamente abundantes, y la existencia de numerosos abrigos rocosos y cuevas producidas por la erosión cárstica. De las calcáreas predominantes en la composición de los sedimentos que forman nuestras montañas, han ocasionado que el valle estuviera habitado por los humanos, al menos desde el Paleolítico Superior.
Los restos más antiguos se localizan en la Coveta de la Penya Rota (T. M. Llíber), estimándose que los niveles más fondos estudiados en el Solutrià tienen una antigüedad de unos 15.000 a 20.000 años sin llegar al final de su registro arqueológico que seguramente rebajará considerablemente su cronología.
También se encuentran indicios de la existencia de niveles arqueológicos del Paleolítico Superior en otros yacimientos como la Font de la Mata (T. T. de Benigembla), al aire libre, o en la Cueva de les Maravelles (T. M. Xaló), entre otros, donde se registran también materiales arqueológico del Mesolítico, de hace unos 12.000 y 7.000 años, que servirán como nexo de unión con uno de los cambios más radicales e importantes para la Historia humana, el Neolítico.
De esta época son las primeras representaciones artísticas rupestres que en el valle se encuentran en el interesantísimo Abrigo del Tío Mançano (T. M. Xaló), donde se localizan un conjunto de pinturas rupestres de estilo levantino, con representaciones naturalista de animales (cabras, ciervos) y humanas con complejas escenas interpretadas como danzas de cazadores, vestidos con arcos y flechas, en actitud de marcha o danza, entre otros motivos y figuras. También de estilo levantino son las pinturas rupestres próximas del el abrigo de la Tía Isabel (T. M. Benissa) y las del Barranco de Galistero (T. M. Benigembla).
El neolítico representa el cambio de una sociedad recolectora-depredadora a una sociedad agrícola-ramadera, sustituyendo paulatinamente el utillage industrial Paleolítico por uno nuevo adaptado a la nueva economía y necesidades, a sí aparecen las cerámicas y la piedra pulida, además de una concepción ideológica nueva que nos llevará a la espiral cultural que nos rodea.
De esta etapa cultural, la Cueva de les Maravelles, donde se documentan los niveles arqueológicos más importantes. Aquí se encuentra un fragmento de cerámica hecha a mano decorada con motivos en zigzag de color rojo, se trata posiblemente de la más antigua conocida de la Península Ibérica. También se han encontrado indicios de niveles neolíticos en el abrigo del Tío Mançano.
La culminación de esta etapa cultural se produce en el Eneolítico, hace unos 4.500 y 3.500 años, que se caracteriza por una mayor complejidad de la vida material (aparición de las primeras metalúrgicas), e incluso espiritual con la aparición de los primeros entierros, digamos organizados. Se encuentran en cuevas, inhumándose con complejos ajuares, que comportan una ideología nueva sobre la muerte. Se han localizado entierros de este tipo en la Coveta de la Penya Rota, la Penya de les Arbones (T. M. Parcent), Banc de les Coves (T. M. Alcanalí) entre otras.
Durante esta época se desarrollará un nuevo tipo de arte rupestre, el Arte Rupestre Esquemático, del que en el Banc de les Coves existe una representación antropomorfa, un único cruciforme. Aunque en la Serra del Ferrer, cerca del Pas dels Bandolers, se localiza uno de los conjuntos más interesantes de este Arte, Sa Cova de ses Lletres (T. M. de Tàrbena).
Hace unos 3.500 años en la llamada Edad de Bronce, los acontecimientos sociales y económicos producen la aparición del primer urbanismo, localizándose los hábitats ya fuera de las cuevas y abrigos, en las cimas de los pequeños altos y colinas, denotándose una preocupación por la defensa de los núcleos, que se traduce en la construcción de murallas defensivas y el aprovechamiento de los acantilados. Así, contamos con algunos de estos poblados, Els Pouets de Gata (T. M. Llíber), La Devesa (T. M. Xaló), Morret del Tío Mançano (T. M. Xaló), entre muchos otros.
Este tipo cultural perdurará hasta la llegada de los hombres comerciantes del este mediterráneo, griegos y fenicios principalmente, hace unos 2.700 años, que comportarán unas nuevas y revolucionarias innovaciones culturales y materiales, la metalurgia del hierro, el torno rápido del alfarero, el alfabeto para escribir por primera vez, y una nueva concepción ideológico-religiosa que cristalizará en lo que podemos llamar la primera Civilización, la Cultura Ibérica, que en nuestro valle ha dejado sus restos en los poblados del Marge Llarg (T. M. Xaló), el castillo de Aixa (T. M. Xaló) o Sierra de Bernia (T. M. Xaló), por ejemplo.
Este tipo de vida será eliminado por la entrada de un nuevo elemento decisivo, el mundo romano, con sus legiones que liquidarán este modo de vida independiente y particular durante la II Guerra Púnica, integrándose el valle y sus habitantes, hace unos 2.000 años, en la vorágine de la historia escrita.
El dominio árabe duró más de quinientos años, desde el principio del siglo XVII. De esta época son el castillo de Aixa del que quedan restos en la cima de la Solana y el de la sierra de Bernia del que no quedan vestigios (más arriba del "fort" del siglo XVI). Cada castillo dominaba un término castral y la población se repartía en numerosas alquerías cuyos nombres han perdurado en la toponimia de las partidas rurales: Cau, Cuta, Murta, Benibrai, etc.). Hacia 1.244 el rey Jaime I conquistó estas tierras y fueron incorporadas al reino cristiano de Valencia aunque continuaron poblándolas mudéjares hasta que fueron expulsados en 1.609.
En 1.610 la Vall de Xaló fue repoblada con payeses mallorquines. Durante siglos "la pasa" fue la base de la economía local. En 1860 Xaló contaba con 3.318 habitantes (su censo más elevado), pero la falta de recursos obligó a la población a emigrar, primero a Argelia y desde 1889 a la República Argentina. Actualmente el municipio cuenta con unos 2.000 habitantes.
1 Comment:
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Hoy visité la Cova de les Meravelles (desde el exterior ya que se encuentra vallada por completo) y la Solana en una ruta senderista, disfrutando de un paisaje singular y contemplando (como siempre, impresionado) el enorme esfuerto y trabajo que debió significar la realización de aquellos bancales o terrazas de "pedra en sec" para el cultivo, por nuestros antepasados mudéjares.
Saludos