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Dicen que el callejero de una ciudad es como un espejo donde se refleja el carácter de la ciudad y las costumbres o tradiciones de sus gentes...

La nomenclatura de las calles, plazas o barrios de Alicante tienen nombres curiosos, históricos, raros y polémicos. Quizá nuestro callejero tenga demasiados nombres que puedan recordar tiempos oscuros y se deberían rotular con nombres alegres, mientras tanto podemos conocer estos nombres e intentar entre todos saber quienes son los personajes o hechos a los que están dedicadas nuestras calles.
Lógicamente uno no puede indagar entre los miles de nombres que rotulan las calles de nuestra ciudad y de nuestra provincia... así pues es labor de todos el ir aportando los nombres mas raros o desconocidos de nuestro alrededor.
Animaos y comentar las que conozcáis o llamen la atención por algún motivo.
Ente los tipos de vías encontramos calles y carrers, avenidas, bulevares, explanada, callejones, pasajes, callizos, travesias, vías, viales, paseos, caminos, cuestas, plazas o plazuelas...
Y entre algunos de los nombres mas curiosos encontramos: Niagara, Botella de Hornos, Gallo, Ovejita,Peligro, Olvido, Desengaño, Lobo Marino, Lobo de Gubio, del Sol, del Sol Naciente o Sin Sol, hasta una calle de la Mostaza... falta del Ketchup.
En la Divina Pastora podemos encontrar la Calle de la Ovejita, paralela a la Calle del Lobo de Gubio... pobre Ovejita mira que ponerla al lado del lobo...como se descuide una noche de estas dobla la esquina el lobo y se la merienda.
Claro que si indagamos un poco en quien era este lobo, una leyenda nos remonta a una leyenda medieval que nos dice que en la italiana ciudad de Gubbio hubo un lobo terrible y feroz como pocos que tenia atemorizados a los vecinos hasta el punto de no salir desarmados de sus casas.
Aquel lobo atacaba a diario sus corrales, mataba al ganado y acabo con la vida de varios de los vecinos, así que a mas de temido era odiado y fue sentenciado a morir, claro que no se encontraron voluntarios para ir en busca del lobo feroz.
Fue un tal Francisco de Asís el que se adentro en el monte y encontró al cánido convenciendolo que no hiciera mal al pueblo y comprometiendose a que no fuese ajusticiado. Pues por intercesión divina aquel lobo se reconvirtió en un manso perrito y ya nunca mas volvió a hacer daño. Desde entonces paseaba por las calles de Gubbio entrando en las casas a recibir las sobras y nunca mas hizo mal a nadie.
Así pues, la Ovejita puede estar tranquila... es bueno el lobo. Curioso ¿no?

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