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SEMANA SANTA TRÁGICA

Todos los años ocurre lo mismo.
Cojemos nuestro coche, a nuestra familia, nuestras cosas... y salimos a la carretera en busca de cuatro o cinco días de vacaciones.
Y digo que ocurre lo mismo... a pesar de que un centenar de nosotros nunca volveremos de nuestro destino.
Al menos 106 personas fallecieron en las carreteras españolas desde el inicio de la Semana Santa en los 86 accidentes registrados entre las 15.00 horas del pasado viernes 30 de marzo y las 00.00 de ayer lunes, informaron fuentes de la Dirección General de Tráfico (DGT).
Esta cifra de fallecidos, aunque es inferior a la del pasado año cuando perdieron la vida 110 personas, no logra alcanzar los objetivos manifestados por el director general de Tráfico, Pere Navarro, quien reconoció que si se producían más de cien muertes en las carreteras durante este periodo festivo "algo habría fallado". Efectivamente, señor Navarro. Algo les ha fallado.... y mucho.
Porque un Estado democrático como el nuestro, no puede permitir que más de 100 españoles mueran en sus carreteras; carreteras que pagamos nosotros, medios que pagamos nosotros y agentes del cuerpo nacional que pagamos nosotros.
No señor.
Ya está bien de actitudes infantiles: "pues hala, si eres un niño malo te quito 2 puntos y a casita que llueve"
No y no.
A los españoles nos la trae floja que nos quiten 2 puntos, 4 o 30. Si nos sale de las pelotas apretar el acelerador... lo seguiremos haciendo. Por mucho que los "listos" de la DGT nos digan que somos niños malos.
Ya está bien de medidas ridículas.
¡Vayamos al grano usted y yo, señor Navarro!
Aquí les dejo una serie de medidas que el Estado debería tomar para evitar dichos accidentes.
Veamos que le parece:
1) Limitar la velocidad y potencia de los coches nuevos. Sabemos que la medida sería impopular entre las empresas automovilísticas, pero si el límite de velocidad es 120, ¿por qué los coches salidos de fábrica pueden alcanzar los 260 km/h?
2) Prohibir la venta de bebidas alcohólicas en carreteras. Si el límite de alcoholemia es 0,25 ¿por qué se venden cervezas, vino y licores en estaciones de servicio y gasolineras?
3) La Guardia Civil está para ayudar, no para castigar. Ya está bien de tener miedo a los "verdes". No es un cuerpo de represión, sino de ayuda. En lugar de jubilarlos a los 50, 55 o 60 años, quíteles el arma cuando se hagan mayores y colóquenlos en los puntos negros para evitar los accidentes. Porque ustedes saben cuales son los puntos negros, ¿verdad, señores?
4) Los radares son una mierda. No entiendo para qué poner radares en las carreteras si nosotros sabemos dónde están. Aminoramos la velocidad cuando nos acercamos... y aceleramos cuando los pasamos. Nos la sudan... ¿no se dan cuenta?
5) Escalonar la salida es un planteamiento pueril. Yo salgo de vacaciones cuando me da la gana... nadie tiene que obligarme a ello. El Estado tiene que procurar que mi viaje sea lo más agradable posible: rutas alternativas, mejores carreteras, más medios... Al fin y al cabo, con mi sueldo yo les pago a ustedes.
6) Francia nos gana en todo. Nos duela lo que nos duela. El Gobierno francés estudia instalar cajas negras en los automóviles capaces de registrar los principales datos de la conducción, dentro de un programa que persigue reducir el número de accidentes de tráfico en el país. La medida consistiría en unos artilugios capaces de conservar informaciones sobre los últimos quince minutos de conducción, en particular sobre la velocidad.
7) Control de los pagos entre dos peajes de autopista, lo que permitiría descubrir a los conductores que han hecho el recorrido a más de 120 kilómetros por hora y que serían multados inmediatamente.
Podría continuar horas... pero no merece la pena.
Al fin y al cabo, yo sólo soy una estadística para ustedes; uno de esos 100 españoles que pueden dejar la vida en sus queridas carreteras.
Al fin y al cabo, ustedes son los que más saben de esto, ¿verdad?

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