Los relámpagos son la parte más impresionante de una tormenta. De hecho, esa es la razón por la cual las tormentas tienen ese nombre (en Inglés). Pero, un momento, ¿qué tiene que ver un trueno con un relámpago? Pues bien, los relámpagos dan origen a los truenos. Los relámpagos son un resplandor vivísimo e instantáneo. Un sólo relámpago puede calentar el aire circundante, ¡hasta 54000 grados centígrados! Este calor extremo hace que el aire se expanda a una velocidad explosiva. La expansión crea una onda de sonido estruendosa, conocida como trueno. De allí el nombre de tempestad de truenos. Ahora me surge otra pregunta que nos hemos hecho todos alguna vez en nuestra vida: ¿por qué hay esa diferencia entre la imágen del rayo y el sonido del trueno? Ves el flash de un relámpago a través del cielo. Cinco minutos más tarde escuchas el estruendo de un trueno. Si el relámpago y el trueno provienen de la misma fuente, ¿por qué no ocurren al mismo tiempo?. En realidad ambos si ocurren al mismo tiempo. La diferencia de tiempo es a causa de la manera cómo el sonido y la luz viajan. La luz viaja extremadamente rápido (300,000,000 m/s). De hecho, viaja más rapidamente que ninguna otra cosa. El sonido viaja muy lentamente. Es por eso que podemos ver la luz en un instante, y pasa un momento antes que podamos escuchar al trueno. El sonido tiene otra desventaja porque tiende a rebotar en las moléculas que hay en el aire. Esto hace que el sonido viaje en todas direcciones. Mientras más lejana la fuente del sonido, más distorsionado será el sonido. Por lo tanto, cuando escuches el estruendo repetido de un trueno, la descarga eléctrica ocurrió lejos. Cuando se eschucha el "crack" o el "boom" de un trueno, es porque la descarga eléctrica ocurrió cerca de ti (menos de 100 metros).
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