Blog escrito desde Alicante

Hace unos días era noticia el caso de un ciudadanos rumano que se quemó a lo bonzo delante del Gobierno Civil de Castellón, en presencia de su mujer e hija. Este chico estuvo luchando contra la muerte unos días pero no pudo vencerla y falleció. Lo trágico de la historia es que, era uno más de los inmigrantes que vienen a nuestro país en busca de un futuro mejor y se encuentran que esto no es el paraíso. Lo lamentable es el hecho de que murió pidiendo ayuda para volver a su tierra, necesitaba dinero para un billete de autobús que le regresara a él y a su familia a su pueblo donde, en la miseria, podría vivir dignamente sin necesidad de mendigar y dormir por la calle. Sólo por conseguir 600 para los billetes de regreso, se quemó vivo, sólo por obtener un salida a su infierno se quitó la vida. Y ahora resulta que, paradojas de la vida, se quedó sólo en un depósito de cadáveres, su mujer e hija, consiguieron esa ayuda para partir a su tierra y él, sigue aquí, a la espera que, algún alma piadosa, le conceda su último deseo VIAJAR A SU TIERRA. Qué historia tan triste, qué hipocresia de sociedad, ahora sí que habrá dinero para "repatriar" su cadáver y en vida nadie le ayudó. Me gustó el relato de su historia [mas] Descansa en paz, Marian, estés donde estés.