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De nuevo, otro de nuestros colaboradores de lujo, Francisco Mariño, nos deleita con un deliciosa ruta por las sierras de Alcoy.En este caso, se acerca a la Cruz de San Cristobal para explicarnos no sólo la ruta propiamente dicha, sino para recordarnos la historia que envuelve a este lugar.Ya nos maravilló hace unos días con su artículo sobre el Manantial del Molinar, y lo vuelve a hacer hoy.Espero que os guste.Y, como siempre, muchas gracias don Francisco por malacostumbrarnos.Hasta pronto.
"Aprovechamos esta corta excursión para detallarles una pequeña pero importante historia, la de las “Cruces de San Cristóbal”. Para hablar de ellas tenemos que remontarnos al nacimiento del siglo XX, para ser exactos al mes de Marzo de 1900, año en que el sueño del Arzobispo de Granada esta a punto de cumplirse: colocar una gran Cruz de piedra en lo alto del Veleta (una de las altitudes más importantes de Sierra Nevada), con la intención de celebrar la llegada del siglo XX y ser un importante símbolo de “Fe” para los Cristianos de la época. En nuestra ciudad Alcoy, el periodista alcoyano D. Julio Puig Pérez publica un articulo el día 6 de Marzo de 1900 en el "Heraldo de Alcoy" resaltando la posibilidad de hacerse también en la ciudad de Alcoy. Se comunica la idea al párroco de San Mauro y Arcipreste de Alcoy D. Francisco Navarro al que la idea le entusiasmó (pero que no la pudo ver realizada pues falleció ese mismo año). Se traslada el proyecto al nuevo Arcipreste y párroco de Santa María el sacerdote D. Francisco Soler Romaguera, se convoca a las autoridades municipales y a las personalidades más relevantes del ámbito social de la ciudad; la intención no es otra que pedir la debida colaboración para llevar a buen fin la colocación de una “Gran Cruz” en nuestra ciudad.Por esos días el “Heraldo de Alcoy” publica un articulo del cronista alcoyano D. Julio Andrés Valor que se vino a titular “Las Cruces del Cerro de San Cristóbal” basado en el famoso “Cronicón del Padre Picher” desaparecido en 1936 donde se afirmaba que Alcoy ya había tenido otra cruz en el “Barranc del Sinc” que al parecer fue derribada en la “Guerra de Secesión” por “els malcontents”. Después de varias reuniones entre el clero y las personas más relevantes de la sociedad alcoyana se llega al acuerdo de encargar el proyecto a los ingenieros D. Enrique Vilaplana Juliá y D. Emilio Colomina, siendo nombrado arquitecto de este proyecto Don Vicente Juan Pascual. Se abrió para el proyecto una suscripción popular iniciando los donativos en primer lugar las autoridades religiosas y civiles siendo secundadas por empresas y particulares, siendo el coste total de la “Cruz” la astronómica cifra de 6.256 viejas pesetas, unos 40 € aunque para cubrir el coste total faltaban casi dos mil pesetas siendo cubierto el déficit por un anónimo y generoso donativo. Las medidas de esta cruz alcanzaron los 18 metros de alto y los brazos 7 metros, saliendo del pedestal solo 13 metros. La cruz quedo instalada al lado de la Ermita el día 15 de Marzo de 1901, ( ya hace 106 años) dejando la celebración y bendición hasta que pasaran las fiestas patronales, (nuestras fiestas de Moros y Cristianos de interés turístico internacional) Una serie de hechos de diversa índole impidieron la celebración de la bendición, meses más tarde (24 de Junio de 1901) se celebra una procesión con la cruz al frente (simbólica) que fue interrumpida por un grupo de alborotadores un tanto descerebrados, fruto del rencor político y sectario de aquellos momentos. Estos hechos causan una profunda impresión en D. Fco. Soler Romaguera, que se marcho a vivir a Valencia donde por oposición gana el cargo de cura en la Parroquia de San Martín. Pues teniendo la “Cruz” plantada y sin bendecir ni inaugurar nos llegamos a el “3 de Junio 1903” segundo día de Pascua, el señor Cura Ecónomo de San Mauro, D. Vicente García Gomis celebra una solemne misa en la Ermita de San Cristóbal y bendice la “Cruz” ante los presentes que parece no fueron muchos, pues el tiempo no estaba muy apacible.En la base de esta emblemática cruz se graba una inscripción sobre una lápida de mármol que decía así:“CHRISTO IESU HUMAI GENERIS REDEMPTORI REGI QUEM SUPREMO SAECULO XX INVENTE CRUCEM HAC CIVITAS ALCODIENSES PIE MEMOR REVERENSQUE DEDICAVIT” Este texto fue obra del Sr. Fco. Andrés Gisbert, quien obtuvo el premio en un concurso de leyendas realizado al efecto, siendo costeada la grabación en lápida de mármol y letras de plomo por el padre del autor Don Bruno Andrés. Los años fueron pasando y llegamos a la fraticida “Guerra del 36” nuestra fatídica guerra civil, en la cual no se sabe muy bien porque (aunque nos lo podemos imaginar) la cruz es derribada para disgusto de muchos. En estos mismo años desaparece el cargo de ermitaño que había ostentado desde 1923 la Sra. Matilde Iborra y su esposo Cándido Lucas, (existe documentación que estos ermitaños se mantuvieron en el lugar hasta mediados los cuarenta) cuyo trabajo consistía en que no le faltase aceite para la llama del Santo, además de mantener limpia y aseada la Ermita y sus alrededores, cobrando por este trabajo dos reales. En 1960, década maravillosa ( sobre todo para mí pues es el año en que vine al mundo) se recaudan fondos para la reconstrucción de la derruida “Cruz” y la rehabilitación de la Ermita siendo este un trabajo arduo y difícil. El periódico “Ciudad” se vuelca en el tema y publica una serie de artículos ensalzando el gran valor moral que significaría el volver a tener la “Cruz” alzada. Este esfuerzo da sus frutos y los donativos de todas las capas sociales empiezan a llegar a la redacción de este periódico. Se podría destacar a muchas personas y colectivos como el gesto anónimo de un motorista: don Cirilo Tormó Durá (sacerdote de Atzeneta que inaguró en 1955 el Sanatorio de Mariola) hace llegar una esquelita a la redacción de este periódico que decía así, “Para San Cristóbal en la bendición de una moto” junto con un donativo de 50 pesetas. Hablando de motos dejaremos constancia del donativo realizado por el Moto Club Alcoy, que alcanzo la cifra de 500 pesetas, entregadas por medio de un conocido alcoyano, el fotógrafo D. José Crespo Colomer. Destacable también el hecho de los alcoyanos afincados en la capital del Turia, pues reúnen fondos para regalar el “Cáliz” de la Ermita, cosa que hicieron efectiva el 26 de Junio de 1960, aprovechando que en ese día las autoridades alcoyanas acudieron a Valencia para asistir a la celebración de la Festividad de San Juan de Ribera. La cruz se construye en la casa “Torras” de Valencia, quedando presupuestada en 12,35 ptas, el kg, alcanzando un peso total de 1700 kg, con una altura de 13’360 m. En la reconstrucción empiezan a trabajar D. José Pérez Vaño (maestro de obras) y su hijo José Pérez Valor, acompañados de los señores Deogracias Ramiro, Manuel Molina, y Fco. Aragón López en calidad de oficiales albañiles, participando como mecánicos y montadores los Srs. Juan Esteve Lillo, Ramón Climent y Salvador B. Marcos, todos ellos del taller de D. Luis López Aracil. Una vez construida la cruz se presenta el problema de subirla a lo alto de San Cristóbal, pero una vez más desde las paginas de “Ciudad” el periodista de este periódico D. Rafael Coloma dirige una campaña en la que se llama a la solidaridad de las personas de la ciudad, no haciéndose esperar la respuesta, pues desde todos los puntos llegan mensajes y llamadas para colaborar, si leemos los diarios de la época los voluntarios son tantos que no supondrá problema subir la cruz. Nos llegamos al Sábado 16 de Julio de 1960, la agencia de transportes Guillén, llega a la Font de Moya con las piezas de la cruz, cuando en el contrato solo se indica trasladarla a Alcoy, pero tengamos presente que el gerente de esta empresa, D. Vicente Guillén es un alcoyano de pura cepa, tanto que incluso ostento el cargo de capitán cristiano en nuestras populares fiestas de “Moros y Cristianos” Pues las piezas son subidas el Martes y Miércoles 26 y 27 de Julio de 1960 por el Sr. Vicente Martínez Lluch, cuatro hombres, cuatro burros, dos mulos y demás caballerías, no pudiendo acudir a colaborar en la subida muchas de las personas que se habían ofrecido por ser días laborables.Se inaugura de nuevo esta emblemática “Cruz” el 23 de Octubre de 1960, siendo padrino el alcalde Sr, Enrique Oltra Molto y madrina la Srta. Luisa Aracil Bellod, hija del arquitecto. Pues después de todo lo anteriormente dicho llegamos a la década de los noventa, años estos que el aspecto que presenta la Ermita de San Cristóbal y sus alrededores es un tanto descuidado y abandonado. Para solucionar este problema, la iniciativa de un grupo de hombres en su mayor parte jubilados se ponen de acuerdo para entre ellos acometer las obras pertinentes para rehabilitar la zona. Al frente de estos hombres se coloca D. Luis Sempere Benavent que es ayudado por los Srs. Bartolomé Berenguer, Antuan Vicedo y Ramón Cortés, que a la postre a sido mi informador. D. Ramón Cortes nos cuenta que estos trabajos se inician con la ayuda material del ayuntamiento de Alcoy y de otros compañeros como los Srs. Julio, Roberto, Angel, enrique, Fernando, Manuel Abad, Rafael Doménech, Rafael Torregrosa, el Sr, Pepe todos ellos pensionistas los cuales fueron ayudados por Pedro (chofer del autobús) Paco (policía nacional) y el Sr. Miguel, José Molina (funcionario correos y encargado de filmación) todas estas personas han hecho que el paraje de San Cristóbal sea un lugar acogedor, a todos ellos les damos las gracias pues después de casi diez años de arduo trabajo el cambio experimentado en la zona es considerable, esperemos que sepamos apreciar tanto esfuerzo y tengamos la suficiente concienciación de saber mantener tan bello lugar.
Y ya después de esta larga introducción solo me resta decirles que esta excursión la podemos iniciar en el Parque del Romeral en Alcoy, justo a las espaldas del mismo se inicia un sendero marcado como PRCV 133 y 133.1 Este sendero también tiene una bonita historia, pues ha sido señalizado por los jóvenes componentes de la Escola d’estiu de la EPSA (Escuela Superior de Alcoy) es conocido el inicio de esta ruta como Camí dels Llançols el cual nos conduce directamente al Preventorio. Una vez en lo alto, descubriremos el recinto de una antigua piscina hoy reconvertida en pequeño jardín botánico de la mano de la Gerencia de Medio ambiente de Alcoy. Seguimos las marcas del PRCV 133 (blancas y amarillas), cruzamos la carretera y seguimos ascendiendo de frente hasta llegar a la Font de la Horta, donde nos encontraremos con una pequeña balsa y varias fuentes. Desde aquí, ya no tenemos perdida hasta alcanzar la ermita de San Cristóbal. Les recomiendo una vez en lo alto hagan un pequeño esfuerzo y alcancen el alto de las Pedreras, donde podrán contemplar el majestuosos vuelo de los buitres y otras aves. Los buitres del Barranc del Sinç tienen su propia historia, hablar de ella sería hablar del proyecto Canyet, que tiene su propia web. Queridos amigos, excursionistas, caminantes etc. Solo me resta decirles que no lo duden realicen una visita al lugar, no se arrepentiran."

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