BUSCAR EN GOOGLE Y EN EL BLOG DESDE AQUÍ MISMO

Google
 
Haz click aqui  para que este blog sea tu página de inicio usando explorer

Los historiadores griegos y romanos determinaron los siete monumentos más representativos de la antigüedad en una lista de maravillas que ha pasado a la historia.
Herodoto fue el primero en mencionar esta idea, hacia el siglo V a.C., y en el incendio de la Biblioteca de Alejandría ardió un volumen que Calímaco de Cyrene dedicó al tema en el siglo III a.C. Sin embargo, nunca llegó a haber más de cinco maravillas de forma simultánea, y es que la enumeración definitiva data de la Edad Media, cuando se recopilaron los recuerdos sobre aquellos monumentos, ya casi todos perdidos.
Curiosamente, la mayor parte de estos monumentos tuvieron una vida relativamente corta y fueron presa fácil y reiterada de vándalos, gamberros e invasores. Por ello, al pasar revista a la capacidad del ser humano de crear hermosos lugares, es también obligado reflexionar sobre su aún mayor capacidad para la destrucción irracional. Quedan aún sobre la Tierra muchas maravillas, de la antigüedad y de la modernidad, que no se localizaron en el mundo conocido por los romanos y los griegos o que fueron posteriores a ellos. Cabe preguntarse si queremos que en el futuro se nos recuerde como ahora podemos pensar en aquellos salvajes destructores.
La pirámide de Keops, la más antigua de todas, es la única de las legendarias Siete Maravillas que se conserva en la actualidad, y con su magnificencia corrobora la importancia que un monumento debía tener para pertenecer a esta lista.
La humanidad es una especie curiosa. Cuando hablamos de sus conquistas, la mayoría de las veces lo hacemos refiriéndonos a sangrientas y destructivas expediciones guerreras. Pero de vez en cuando, la humanidad también produce obras de impresionante belleza, destinadas a perdurar durante siglos para hacernos recordar a todos que, cuando queremos, podemos emplear nuestro esfuerzo y talento para construir maravillas. Más que ninguna otra cosa, son estas obras las que nos identifican inequívocamente como humanos. Nos representan ante nosotros mismos... y también, si alguna vez en el futuro acude a nuestro planeta azul cualquier visitante, serán sin duda estas maravillas las que constituyan nuestras principales señas de identidad.
Pirámides de Gizeh Jardines Colgantes de Babilonia Templo de Artemisa en Efeso Estatua de Zeus Mausoleo de Halicarnaso Faro de Alejandría Coloso de Rodas

0 Comments:

Post a Comment